Últimamente se está
viendo a los deportistas con unos vendajes de colores que llaman mucho la
atención. Parece algo novedoso,
pero lo cierto es que este tipo de vendajes se inventó hace mucho tiempo y es el
llamado vendaje neuromuscular o Kinesiotaping.
Las bases
del tratamiento fueron creadas en los años 70 en Asia, más concretamente en
Corea y Japón. No fue hasta los años 90 cuando el futbolista holandés Alfred
Nijhuis lo introdujo en Europa.
Existen
4 colores fundamentales para el trabajo con las cintas de kinesiotaping: rosa,
negro, azul y beige, cada una más específica para cada tipo de dolor. El vendaje
es flexible, tiene un estiramiento del 140-160% en sentido transversal, por lo
que el terapeuta habrá
de jugar con esa tensión en función del tratamiento deseado.
Las cintas
se colocan de origen a insercción muscular o viceversa. Si se colocan de origen
a insercción, se estará tonificando el músculo concreto y si se hace de
insercción a origen se relajará. La principal característica de estos vendajes
es que se fijan muy bien a la piel, por lo que pueden durar de 4 a 6 días,
incluso duchándose con ellos.
Por su
parte, existen dos técnicas de aplicación del vendaje:
Djokovic con Kinesiotaping en su codo |
-Técnica con
estiramiento: En este caso trataremos articulaciones o ligamentos. A la hora de
aplicar la venda le daremos la tensión adecuada (depende de la lesión) para que
al realizar el gesto con dicha articulación la contracción de la cinta ayude al
movimiento reforzando así su acción
Cinco son
los efectos fundamentales de esta cinta en el cuerpo humano:
- Analgesia.
- Mejora la función muscular.
- Mecanismo neuroreflejo.
- Ayuda a la función articular.
- Ayuda a la evacuación linfática.
El
tratamiento puede ser utilizado para diversas lesiones, desde pequeñas
tortícolis, hasta grandes lumbalgias, roturas de fibras, tendinitis, entre
otras. Eso sí, siempre aplicados por un profesional debidamente capacitado en
este tipo de terapias.
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