Vivimos en una época marcada por la abundancia de secuelas, pero lo cierto es que pocas sagas pueden presumir de haber llegado a su sexta entrega manteniendo intacto el interés del público. Los 626 millones recaudados por ‘Fast & Furious 5’ (‘Fast Five, Justin Lin, 2011) la convirtieron en el título más exitoso de la franquicia, siendo también la que contó con una acogida más cálida por parte de la crítica al conseguir un 78% de reseñas positivas en Rotten Tomatoes y un 6,7 de nota media en Metacritic.
Contando para la ocasión con un presupuesto millonario —las cifras concretas aún no han trascendido—, Justin Lin se enfrenta al reto de superarse a sí mismo con ‘Fast & Furious 6’, última entrega de la franquicia que él va a dirigir, ya que Universal quiere que pase el mínimo tiempo posible antes de rodar la séptima y Lin quiere probar cosas nuevas. Sea como sea, ‘Fast & Furious 6’ es una película destinada a arrasar en taquilla y ya apenas quedan unos días hasta su estreno fijado para el próximo 24 de mayo.
Desde que Dom y Brian destruyeron el imperio de un mafioso y se hicieron con cien millones de dólares, nuestros héroes se han dispersado por el planeta. Pero siguen sin poder regresar a casa ya que son prófugos de la justicia. Mientras tanto, Hobbs ha estado siguiendo la pista por doce países a una banda de letales conductores mercenarios. Hobbs le pide a Dom que reúna a su equipo y le ayude a atraparlos a cambio de un indulto.
El director de la película
Pocos imaginaban que el taiwanés Justin Lin fuese capaz no solamente de mantener con vida la franquicia ‘A todo gas’, sino que ha conseguido que fuera a más y actualmente pasa por su mejor momento en términos comerciales. Sus primeras experiencias tras las cámaras fueron en películas independientes de escasa trascendencia como ‘Shopping for Fangs’ (Quentin Lee y Justin Lin, 1997) o ‘Better Luck Tomorrow’ (2002). Su primera gran oportunidad le llegó con ‘El desafío’ (‘Annapolis’, 2006), un drama protagonizado por James Franco que no consiguió el éxito comercial esperado.
Antes incluso de que se estrenase ‘El desafío’, Universal decidió confiar en él para rodar ‘A todo gas: Tokyo Race’ (‘The Fast and The Furious: Tokyo Drift, 2006), un intento de dar nuevas aires a la saga al ambientarlo en otro continente y contando con un reparto renovado. Su éxito no igualó al de sus dos predecesoras, pero sí que fue suficiente para que la productora contase con él para hacerse cargo de ‘Fast & Furious: Aún más rápido’ (‘Fast & Furious’, 2009), gran éxito —se convirtió en la entrega de más éxito de la franquicia en ese entonces— marcado por el regreso de Vin Diesel y Paul Walker. Lin tuvo antes tiempo para grabar la comedia ‘Finishing the Game: The Search for a New Bruce Lee’ (2007), una producción minoritaria que pasó muy desapercibida.
Tras rodar varios episodios de la primera temporada de ‘Community’ (2009-En emisión), Lin regresó a la saga de los coches de carreras con ‘Fast & Furious 5’, un enorme éxito comercial —prácticamente duplicó los números de su predecesora— que llevó a Universal a hacer todo lo posible para adelantar al máximo el estreno de la sexta entrega. Eso sí, Lin parece haber tenido suficiente con cuatro entregas, ya que la séptima parte estará dirigida por James Wan.
El reparto
Vin Diesel y Paul Walker han sido y serán siempre los actores más asociados a la saga, pero lo cierto es que el primero no ha aparecido en dos de las cinco entregas estrenadas hasta la fecha y el segundo dejó de aparecer en ‘Tokyo Race’. Ninguno de ellos ha tenido nunca un gran reconocimiento por sus dotes interpretativas, pero la relación entre sus personajes es una de las grandes claves del éxito de esta franquicia.
Si tenemos en cuenta sus comienzos en cintas como ‘Salvando al soldado Ryan’ (‘Saving Private Ryan’, Steven Spielberg, 1998) o ‘El gigante de hierro’ (‘The Iron Giant’, Brad Bird, 1999), sorprende que la carrera de Diesel tardase bien poco en virar hacia producciones eminentemente comerciales que no requerían grandes esfuerzos por su parte. Sin embargo, nunca ha sido un actor que se haya prodigado en exceso, algo que ha ayudado a que su imagen como héroe de acción no haya degenerado más de la cuenta por su participación en cintas como ‘Un canguro superduro’ (‘The Pacifier’, Adam Shankman, 2005). Quizá su trabajo más aplaudido fue el que hizo en ‘Declaradme culpable’ (‘Find Me Guilty’, Sidney Lumet, 2006), pero él ha preferido centrarse en títulos de corte más comercial.
Paul Walker está muy lejos de ser un buen actor, algo que ha demostrado en infinidad de ocasiones —‘The Skulls’ (Rob Cohen, 2000, ‘Timeline’ (id, Richard Donner, 2003) o ‘Ladrones’ (‘Takers’, John Luessenhop, 2010)—, y que ya habría caído en el olvido de no ser por la saga que nos ocupa. Eso sí, llegó a trabajar a las órdenes del mismísimo Clint Eastwood en ‘Banderas de nuestros padres’ (‘Flags of Our Fathers’, 2006) y, al igual que Diesel, tampoco se prodiga mucho en la gran pantalla, por lo que habrá que ver si es un diamante aún por pulir u es otro actor que ha tenido más suerte de la que realmente merecía.
Esperemos que esta película nos atrape tal y como lo hizo su antecesora, las expectativas son muchas.
Fuente: blogdecine
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